sábado, 25 de agosto de 2012

Todos tenemos aquello a lo que llamamos nuestro propio mundo verdad?
Donde están guardados nuestos sentimientos, nuestros pensamientos, nuestros gustos, nuestra forma de ver el mundo. 
Cuando nos ocupamos cada vez más en alimentar nuestro ser, en espiritualizarnos,en ser realmente aquello que somos, con nuestros ideales, valores, convicciones, costumbres. 
Nos damos cuenta al cabo de muy poco tiempo que cada vez nos alejamos más del resto de las personas, y que por ende en ocasiones debemos lidiar con ellas más si éstas no comparten en absoluto nada con nosotros... esto es una realidad! 
Entonces trazamos un camino en el cual nos proponemos desarrollar la paciencia,la tolerancia, la empatía, virtudes de las cuales por suerte todavía no carezco...todavía y por suerte!
Tenemos dentro nuestro todo lo que necesitamos para ser felices sin embargo de nada nos sirve si no lo podemos compartireste sentimiento de soledad y de incomprensión me hace más humana todavía porque todas las personas nacimos para compartir nuestras cosas, es ahí que la tristeza viene del no poder hacerlo.
Me gustaría más que alguien me dijera: -"Te entiendo" o mucho mejor sería: -"Te apoyo"; 
 -"Estoy con vos" , en vez de afirmar: 
- Y sí! Tu vida es un desastre y tu situación realmente es muy complicada; 
-"Estás sola...."
-"Lo que vos tenés no es una familia".



Pensando en todo esto y leyendo un libro de mi autor favorito encontré este fragmento: 
“Dice el maestro: escribe. Ya sea una carta o un diario, o unas notas mientras hablas por teléfono, pero escribe. Escribir nos acerca a Dios y al prójimo. Si quieres entender mejor tu papel en el mundo, escribe. Procura plasmar tu alma por escrito, aunque nadie lo lea; o, lo que es peor, aunque alguien acabe leyendo lo que no querías. El simple hecho de escribir nos ayuda a organizar el pensamiento y a ver con claridad lo que nos rodea. Un papel y un bolígrafo hacen milagros, curan dolores, consolidan sueños, llevan y traen la esperanza perdida. La palabra tiene poder” (Paulo Coelho, 2001). 

lunes, 20 de agosto de 2012

El Aleph

Un abrazo quiere decir: tu no me amenazas,
no tengo miedo de estar tan cerca, 
me puedo relajar, sentirme en casa,
estoy protegida y alguien me comprende...


jueves, 2 de agosto de 2012

El alquimista

"Finalmente apareció una moza... Entonces fue como si el tiempo se parase y el Alma del Mundo sugiese con toda su fuerza ante él. Cuando vio sus ojos negros, sus labios indecisos entre una sonrisa y el silencio, entendió la parte más importante y más sabia del Lenguaje que todo el mundo hablaba y que todas las personas de la tierra eran capaces de entender en sus corazones. Y esto se llamaba Amor, algo más antiguo que los hombres y que el propio desierto, y que sin embargo resurgía siempre con la misma fuerza dondequiera que dos pares de ojos se cruzaban como se cruzaron los de ellos delante del pozo..."

“Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierde su importancia por completo, y sólo existe aquel momento y aquella certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol. Porque sin esto no habría ningún sentido para los sueños de la raza humana”